Fentanilo: expertos advierten falta de conciencia sobre la peligrosidad de drogas opioides

En Chile, el fentanilo ha comenzado a aparecer en decomisos, aumentando el riesgo de sobredosis y muertes debido a su alta potencia y mezcla con otras drogas. La educación sobre sus peligros y la regulación de su uso son cruciales para prevenir su impacto.

Fuente: Universidad de Concepción

Conocido como la droga zombi, el fentanilo es el responsable de la mayor crisis por consumo de estupefacientes en los Estados Unidos, donde ya se ha instalado como la principal causa de muerte en personas de entre 18 y 49 años.

Apache, dance fever, goodfellas, jackpot, tango & cash1 son algunos de los varios nombres que se han dado allí a esta droga –cien veces más potente que la morfina y 50 más que la heroína– que ya comienza a repetirse en las noticias nacionales.

A mediados de este mes, en la capital, se decomisaron 147 ampollas de fentanilo que estaban destinadas a la comercialización entre consumidores, sumándose a casos previos, incluidos algunos en nuestra Región.

El fentanilo es un medicamento opiáceo que, al igual que la morfina, se usa principalmente para el tratamiento del dolor crónico y la inducción de anestesia. “Este tipo de fármacos son altamente peligrosos por su capacidad de generar tolerancia”, señala el Decano de Ciencias Biológicas, Jorge Fuentealba Arcos. Esto quiere decir que el cuerpo se va acostumbrando progresivamente a la sustancia y requiere dosis cada vez mayores para lograr el mismo efecto, creando a su vez una dependencia física y psicológica. El químico farmacéutico y doctor en Farmacología explica que estos narcóticos operan a nivel del sistema nervioso central, en receptores que controlan el dolor (que es el objetivo para el que fueron hechas); pero también, otras funciones que al verse alteradas pueden producir, de forma progresiva, desconexión de la realidad, alucinaciones y estados de sopor, así como experiencias vivenciales intensas “que es lo que llama más la atención (de quienes lo usan)”.

De acuerdo al investigador, es la posibilidad de evadirse de situaciones socio emocionales lo que, en primera instancia, empieza a condicionar el consumo. “Son fármacos de acción muy rápida, por lo tanto, en pocos minutos el individuo puede conseguir las sensaciones que estaba buscando “Eso, en un principio, ya que después viene la adicción.

“Lo que pasa es que como generalmente empieza por un objetivo lúdico de evasión, se consume de forma esporádica; pero en la medida en que el cuerpo va sintiendo los efectos del fármaco de una manera más progresiva -es decir, cada vez hay menos intervalo entre dosis y dosis- entonces el individuo empieza a percibir la sensación de necesitar (más fentanilo), porque no se siente bien cuando ya no lo tiene”.

En el caso del fentanilo, basta un volumen similar a tres granos de arroz para provocar la muerte. Una sola ampolla de 5 ml. es suficiente para matar a cuatro personas, advierte el Dr. Fuentealba.

El experto detalla que en la medida que aumentan las dosis, por efecto de la tolerancia, los compuestos van impactando otros centros importantes del funcionamiento fisiológico. “El primero que se afectan, en altas dosis, después del sistema nervioso central son los centros que controlan la respiración, entonces la persona va a morir por una depresión cardiorrespiratoria”, dice.

Rápida adicción

La académica de Medicina del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, Carmen Betancur Moreno, explica que la rápida adicción al fentanilo se produce porque su alta afinidad con los receptores opioides en el cerebro, “que generan un refuerzo en el área que tiene que ver con la recompensa cerebral, que es, donde se ha descubierto, radica el origen biológico de las adicciones”.

Esto ocurre porque se generan descargas muy elevadas de dopamina, conocida como la “molécula de la felicidad”, que hace que las personas sientan rápidamente la necesidad de volver a consumir la droga, porque tiene efectos placenteros, de evasión, relajación o somnolencia, agrega la Dra. en Salud Mental.

A estos se suman efectos fisiológicos, dentro de los que se cuentan lesiones en distintos niveles del cerebro y cambios en su neuro plasticidad, que -dice- son uno de los efectos más delicados “porque impiden a la persona pensar con claridad y tomar decisiones acordes a sus valores y sus propósitos en la vida (…) las decisiones están claramente más definidas o empujadas por la droga en cuestión”.

La Dra. Betancur, quien también es Magíster en Drogodependencias, señala que la población debe saber que se trata de una sustancia muy peligrosa para la salud, “principalmente porque puede producir paros respiratorios, que causan la muerte; producen depresión respiratoria”, y pone el acento en las y los jóvenes.

A eso agrega que un factor a tener en cuenta en nuestro país y que puede ser un peligro frente al avance de drogas como el fentanilo es la pérdida de límites y estructura. La juventud -indica- siempre implica que haya algo de rebeldía, pero requiere límites.

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